Y
Dios queda en silencio
mientras
les ve morir.
Uno
y después otro y otro más
se
van abandonando en el lodazal.
Y
Dios queda en silencio
mientras
les ve morir.
Niño
a niño
muñecos
rotos en un charco
languidecen
bajo la lluvia.
Y
Dios queda en silencio
recordando
Auschwitz.
Abandonados
a su suerte
hoy
como entonces
los
niños en los charcos
van
a morir.
Y
Dios queda en silencio
mientras
les ve morir.
Padre
¿Porqué me has abandonado?
Musita
alguno
mirando
la lluvia caer.
Y
responde el silencio
el
grande silencio de Dios.
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